Era marzo de 1720 y la región era asolada por una peste llamada tabardillo, una enfermedad peligrosa que atacaba con una fiebre maligna hasta matar. Cuenta la historia que los pobladores sacaron en procesión al Señor de los Temblores y días después, el 14 de julio del mismo año, la proliferación del mal se detuvo. Por esto se proclamó a la sagrada imagen como Patrón Jurado del Cusco.

Ayer, y a pocos meses de cumplirse 300 años de que al Cristo Moreno se le atribuyera este acto milagroso, se dio inicio al jubileo por esta importante fecha. Con el repicar de la campana mayor de la Catedral Virgen de la Asunción, también conocida como María Angola, comenzó la celebración.

Cientos de fieles se congregaron frente al atrio de la catedral en la Plaza Mayor para oír la homilía a cargo del arzobispo de Cusco, Richard Daniel Alarcón Urrutia, que rememoró los milagros del Cristo Moreno.

Los feligreses se alistan para celebrar a la imagen y clamar su protección ante nuevas amenazas tan peligrosas como las enfermedades y fenómenos naturales. “Nos arremeten otros temblores y pestes, que son más dañinos y desastrosos, que ponen en peligro la paz social y que atentan contra quienes defendemos la vida”, versó el arzobispo durante su liturgia.

Luego de la ceremonia, cuadrillas de cargadores realizaron un recorrido procesional al contorno de la Plaza Mayor, donde al compás de las "Chayñas" o cánticos antiguos en quechua, la imagen derramó bendiciones a los asistentes.

La imagen también es conocida como Taytacha de los Temblores, ya que en 1650 detuvo la furia de un dantesco terremoto.

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